“El compromiso y la denuncia son dos claves imprescindibles en toda escritura. De poco sirve como nos recuerda el autor, lamentarse de realidades lejanas y terribles como el hambre o el dolor ajeno mientras nos columpiamos cómodamente en nuestro sillón observando la desgracia ajena como una simple pantalla plana que no esconde nada detrás […] Se denuncia aquí la mentira, la hipocresía, el egoísmo, la doble moral y la injusticia que vivimos a cada paso de forma individual y colectiva y la pasividad del ser humano frente a esta situación”.
(Prólogo de Ana Vega)